Debo anticipar que yo nunca he jugado al fútbol más allá del típico partido de patio de colegio, por lo que mi visión de este deporte puede hallarse condicionada por esta causa.
En mi opinión el fútbol es una cuestión de sensaciones. A un equipo no se le valora única y exclusivamente por las ocasiones creadas o por las ocasiones concedidas. No. Los baremos para decidir si un equipo ha hecho un buen partido son otros. No es tan importante tener cinco o seis oportunidades claras de gol como que el aficionado vea que todos los movimientos, todos los pases, todo el trabajo "invisible" sin balón va encaminado a la búsqueda del gol.
En el pésimo partido de ayer ante un rival que venía muy cansado tras su victoria copera ante el Villarreal y un viaje infumable desde tierras manchegas se vio un ejemplo de lo dicho más arriba: hubo unos minutos, pocos, en la primera parte en el que el Real Oviedo se echó arriba, tocando con criterio, realizando cambios de juego oportunos, con un muy buen trabajo entre líneas y con mucha agresividad y determinación. Pues bien, en todos estos minutos no se crearon ocasiones claras de gol, y, a pesar de ello, la afición azul se animó y caldeó un Tartiere que hasta entonces parecía muerto, a excepción del Frente de SM94, fruto de la pésima tarde lluviosa y fría y del poco ánimo que le queda al aficionado oviedista.
Sin embargo estos minutos sólo fueron un espejismo. Al final de la primera parte, ya en el tiempo de descuento, se veía al capitán oviedista, Mario Prieto, pidiendo a sus compañeros que bajasen el ritmo y dejasen pasar el minuto de descuento sin que nada ocurriese. Este hecho, que a algunos les puede resultar indiferente transmite una sensación horrorosa al aficionado, porque en casa, y ante un rival mermado e inferior hasta el momento no se puede perder el tiempo si el resultado es de empate a cero.
En la segunda parte apenas vimos nada. Los jugadores locales salieron con las mismas pocas ganas como de costumbre. No se creó apenas peligro ante la portería visitante, y los rivales comenzaron a dejar pasar el tiempo, ya que para ellos un empate era un gran resultado, dadas las circunstancias. Así pues, entre la poca sangre de los locales y las ganas de que se acabase el partido de los visitantes poco se vio en unos segundos 45 minutos en lo que lo más significativo fue la tremenda pitada, la segunda en lo que va de temporada, que el Tartiere dedicó al capitán azul, Mario Prieto.
Si una afición pita a su capitán es evidente que algo hay que no funciona como es debido. Si los aficionados que pitan son oviedistas y el capitán es un canterano es que algo falla estrepitosamente. ¿Qué es? La respuesta es difícil. En primer lugar, Mario, a pesar de echarse al equipo a la espalda en Mallorca, nunca representó ni representará el sentimiento azul al igual que su predecesor, Diego Cervero. En segundo lugar Mario fue un jugador respetado por la afición hasta que ésta descubrió lo que se cocía en el vestuario azul, cuando unos cuantos jugadores se alegraron, e hicieron todo lo posible, para cesar al anterior técnico, Raúl González. En tercer lugar, Prieto está representado por el mayor cáncer del Real Oviedo, el asesor externo Juan Mata, representante en España de la agencia de representación de futbolistas Traffic, quien, seguramente, le haya conseguido un jugoso contrato que un jugador en las últimas, como Mario, no se merece, ya que hace gala ya no sólo de un más que dudoso nivel para jugar en un equipo que busca el asalto a la Liga Adelante, sino que, lo peor de todo, es su terrible falta de actitud.
La última sensación del partido de ayer fue la confirmación del oviedismo, tal y como se comentaba hace pocos días en Ovieditis y del nivel de profesionalidad del portero oviedista, Oinatz Aulestia, quien, en los últimos instantes del partido parecía querer echarse al equipo a la espalda y echarlo hacia adelante. Lástima que eso sea prácticamente imposible para un portero, porque es éste, y no otro quien debe capitanear la nave azul, por su actitud, entrega, cualidades y conexión con la grada. Eso sí, es un poco arriesgado para los, casi siempre en la cuerda floja, entrenadores azules conceder el brazalete a un portero, arrebatándoselo a un individuo con demasiado poder en el vestuario y que no ha tenido dudas en arremeter, todo lo que pudo, y con el beneplácito de los de arriba, contra Don Raúl González, hasta que éste fue cesado.
lunes, 2 de noviembre de 2009
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Es un placer inaugurarte el blog Savigny. Te deseo mucha suerte con él, ahora mismo te añado a la lista de enlaces, aquí tendrás un lector fiel.
ResponderEliminarPor televisión no se apreció el detalle que dices de Mario Prieto de pedir calma en el último minuto de la primera parte: es una auténtica vergüenza y digno de quitarle un brazalete que no debe llevar.
Hubo quince minutos en que se apretó, se movió el balón con sentido común y aunque no hubo ocasiones sí parecía verse una pequeña luz para la segunda parte, pero nada más lejos de la realidad. Haces bien en no simplificar esto a tener o no tener ocasiones, hay mucho más, y el mal comenzó ayer en los laterales por raro que parezca.
No nos queda nada que sufrir ...
Para mi es un honor que pases por aquí xD.
ResponderEliminarMario tiene la gran suerte de que no suelen enfocarlo las cámaras de la TPA en ciertos momentos, como el de ayer. Sólo le pillaron con aquella sonrisa en Lorquí que dijo mucho acerca de él.
Tienes mucha razón en el tema de los laterales. En el lateral derecho no entiendo como no se le concede una oportunidad a Ander Larrea, porque no creo que sea peor que Rubén. Pero en el lateral izquierdo tiene muchísimo delito poner a Invernón cuando está clarísimo que tanto Ernesto como Javi Barral son mucho mejores que él.
En fin, me huelo que esto va a ser una temporada de transición, y que para pelear por el ascenso sobran muchos jugadores, todos los directivos, y faltan ganas, huevos y confianza.
Por fin tengo medio minuto para firmarte en el blog, aunque alguno se me adelanto.
ResponderEliminarPrimero darte la enhorabuena por el blog y mucha suerte. También te he añadido en el mio.
En cuanto al artículo...nada que decir casi, porque sensaciones tenog yo bastantes desde la grada, pero para algunos jugadores no serían buenas, porque manda narices lo que hacen en el campo...
acabo de ver el blog.. interesante articulo.
ResponderEliminarno me apetece mucho opinar de la situacion del club, pero a mi entender los culpables son todos, plantilla,mister y directiva..
seguire atento tus articulos jeje. saludos